
Así cambió mi piel con Protini
Después de tres semanas usando Protini, puedo decir que esta joya de Drunk Elephant se ha ganado un lugar especial en mi rutina de cuidado facial. Su textura es una delicia: un gel-crema sedoso que se funde con la piel al instante, sin dejar sensación grasa ni brillos incómodos.
Los resultados son evidentes desde el primer momento. La hidratación es inmediata y duradera, dejando el rostro suave y confortable durante todo el día. La fórmula, enriquecida con 9 péptidos, trabaja silenciosamente para mejorar la firmeza y elasticidad. He notado cómo las líneas de expresión se han ido suavizando y la textura general ha mejorado visiblemente.
El diseño del envase merece mención especial - un sistema airless que permite aprovechar hasta la última gota. Y aunque el precio de 65€ pueda parecer elevado, la calidad de los ingredientes y los resultados justifican la inversión.