Consejos para el cuidado de la piel y que luzca perfecta
¿Buscas una piel impecable, jugosa y con un brillo natural bonito? ¡Y quién no!
Estamos rodeadas de miles de productos y consejos para el cuidado de la piel en todo momento; por eso, es difícil saber qué es lo que realmente funciona.
Ya conocemos los conceptos básicos: beber mucha agua, dormir 8 horas diarias y protegernos del sol. Pero sabemos que esto no es suficiente para la mayoría de las personas.
Para ayudarte a separar el grano de la paja, desenterramos algunos de los mejores consejos para el cuidado de la piel que hemos recibido, directamente de los profesionales.
12 Consejos para el cuidado de la piel
Utiliza cosméticos de calidad
Si quieres que tus cosméticos sean eficaces y realmente funcionen resolviendo todos tus problemas, debes escoger productos de la máxima calidad.
Esto significa que no debes guiarte por la marca, la publicidad ni el precio. Ni siquiera porque te lo ha recomendado una amiga o una influencer.
Debes fijarte en la lista de ingredientes. La calidad de los mismos y su concentración en la fórmula es lo que va a determinar si el cosmético es de calidad o no.
Una buena opción son los productos Bioderma para la piel, que solucionan los problemas de sequedad, sensibilidad, exceso de grasa, manchas y atopia con activos de calidad.
Ponte protector solar todos los días
Probablemente ya sepas que el protector solar no es opcional cuando te expones al sol, pero igual de importante es usar SPF de amplio espectro en los días no tan soleados.
No importa si el cielo está despejado, nublado, o si solo vas a estar unos minutos en la calle.
Los dañinos rayos de sol que pueden causar envejecimiento prematuro de la piel e incluso algunos tipos de cáncer pueden afectarte igualmente.
Para reducir esos riesgos, es vital aplicar (y volver a aplicar) protector solar como parte de tu rutina diaria de cuidado de la piel.
Practica la doble limpieza
¿Usas mucho maquillaje o vives en una ciudad llena de smog?
Si este es tu caso, la doble limpieza puede ser la mejor amiga de tu piel.
Cuando te lavas la cara en dos pasos, puedes eliminar el maquillaje, la contaminación y todas las impurezas a fondo.
Todo lo que tienes que hacer es comenzar con un limpiador a base de aceite para eliminar los residuos grasos, y seguir con un limpiador a base de agua para retirar todo lo demás.
Exfóliate regularmente (y suavemente)
La exfoliación es la clave para conseguir una tez radiante.
Cuando eliminas las células muertas acumuladas en la superficie de la piel, dejas paso a un cutis fresco, renovado, más suave y brillante.
Sin embargo, ten en cuenta que si sientes que tu piel se ve opaca, lo último que quieres hacer es frotar los gránulos con fuerza.
Esto solo va a causar daños a la epidermis, y no conseguirás los resultados que estás buscando.
Hidrata justo después de la limpieza
La limpieza del rostro es un gran comienzo, pero si no hidratas inmediatamente después, te estás perdiendo un paso vital para el cuidado de la piel.
Cuando te pones una crema hidratante mientras tu piel aún está ligeramente húmeda después de la limpieza, sellas esas gotitas de humedad evitando que se evaporen.
Esto mantendrá una correcta hidratación cutánea durante todo el día.
Aplica los productos en el orden correcto
Si deseas que tus cosméticos te den los resultados que prometen, asegúrate de aplicarlos en el orden correcto.
La mayoría de los dermatólogos recomiendan que apliques tus productos para el cuidado de la piel por su consistencia: del más ligero al más pesado.
Por ejemplo, empieza con un serum ligero, seguido de una crema hidratante fina y, por último, un protector solar de amplio espectro.
Satisface las necesidades de tu piel con el multimasking
Las diferentes áreas de piel de nuestro rostro no siempre tienen las mismas necesidades.
La parte de las mejillas normalmente necesita más hidratación, la zona T (frente, nariz y barbilla) es más grasa y tiene más puntos negros, etc.
Por eso, cuando te aplicas diferentes mascarillas faciales en ciertas partes de tu piel, estas satisfaciendo las necesidades específicas de cada área.
Te encantará combinar una mascarilla desintoxicante en las partes grasas, con una fórmula hidratante en las secas, y una especial para el contorno de ojos.
No te vayas a dormir con el maquillaje puesto
Incluso si estás agotada por un largo día de trabajo, reserva tiempo para eliminar todo el maquillaje del rostro.
Cuando te vas a dormir sin desmaquillarte, tus poros se obstruyen, por lo que es más probable que te salgan espinillas y brotes de acné, además de otras enfermedades de la piel.
Además, tus células no se regeneran correctamente, y tu cutis se seca y es más propenso al desarrollo de arrugas.
Estos efectos negativos deberían de convencerte de lo importante que es que te desmaquilles y te laves la cara con un limpiador suave para eliminar las impurezas, la suciedad, las bacterias y el maquillaje antes de acostarte.
Trata a tu cuello y escote igual que a tu cara
Las zonas del cuello y el escote son las que más descuidamos en nuestra rutina de cuidado de la piel.
Esta es una de las razones por las que los signos del envejecimiento se notan primero en ellas.
Para ayudar a combatir este problema, lo que tienes que hacer es extender los productos de tu rutina facial hasta la clavícula.
Asegúrate de nutrir e hidratar tu cuello a diario y nunca olvides aplicarte protector solar antes de salir de casa.
Descansa adecuadamente
Privar a tu cuerpo de un sueño reparador no solo puede afectar negativamente tu productividad, sino que también puede dañar tu piel.
Se ha demostrado que la mala calidad del sueño en realidad puede aumentar los signos del envejecimiento y disminuir las funciones de barrera de la piel.
Para que tu cutis luzca y se sienta lo mejor posible, intenta dormir la cantidad recomendada todas las noches.
Bebe agua
No puedes hacerte una idea de lo importante que es beber suficiente agua todos los días.
Este sencillo gesto no solo es bueno para tu salud, también mejora el aspecto de tu piel al mantenerla correctamente hidratada.
Así que no te saltes los 8 vasos de agua al día.
Ten cuidado con los irritantes
Si tienes problemas de sensibilidad, los productos formulados con fragancias sintéticas, parabenos, sulfatos y otros ingredientes agresivos pueden hacerte mucho daño.
Para reducir el riesgo de irritación, opta por productos que indiquen en el packaging que están formulados específicamente para pieles sensibles o probados por dermatólogos.